Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio en 2004, el intercambio comercial entre Chile y la Asociación Europea de Libre Comercio ha mostrado un crecimiento sostenido.
El intercambio total pasó de US$ 346 millones en 2004 a los US$ 1.536 millones en 2024, con una tasa promedio anual de crecimiento del 7,7%. Las exportaciones chilenas crecieron 9,3% anual hasta alcanzar los US$ 1.009 millones en 2024, mientras que las importaciones desde la EFTA llegaron a US$ 527 millones, con un alza promedio anual de 5,7%. Ello ha permitido mantener, durante los últimos dieciséis años consecutivos, una balanza comercial favorable para Chile, con un superávit de US$ 497 millones en 2024.
Las exportaciones de bienes están fuertemente concentradas, el 88,7% corresponde a minería y un 4,9% a manufacturas. La agroindustria y los vinos embotellados mantienen por su parte una baja participación (2,3% y 1,2%, respectivamente), lo que resalta las oportunidades que abre la modernización del acuerdo en sectores estratégicos de la canasta chilena, pues las nuevas rebajas arancelarios concedidas por la EFTA a Chile, están precisamente enfocadas en estos últimos sectores.
Si bien el Acuerdo Chile–EFTA ha permitido fortalecer el comercio bilateral y mantener una balanza favorable para Chile, aunque con una fuerte concentración exportadora en minerales. El estudio presente estudio da cuenta de cómo la modernización del Acuerdo representa una gran oportunidad para diversificar la oferta exportable de Chile, potenciando los rubros agropecuarios, de alimentos procesados y vitivinícolas, impulsando así la inserción de pymes y las diversas economías regionales en mercados de alto poder adquisitivo y sofisticación productiva como Suiza y Noruega.